15 enero 2006

Kyoto, Montreal... Sydney?

El Protocolo de Kyoto es un acuerdo internacional que aboga por la reducción de las emisiones de CO2 y otros gases (metano, óxido nitroso, hidrofluorocarbonados, perfluorocarbonados y hexafloruro de azufre) para mitigar el efecto invernadero. En todo el mundo se arrojan a la atmósfera 60.000 millones de toneladas de CO2, el 80% procedentes del uso del petróleo, del carbón y del gas.
Los países industrializados suscribieron en 1997 el Protocolo, entro en vigor en febrero de 2005. Para ello se requería la firma de al menos 55 estados y que entre todos sumaran el 55% de las emisiones de 1990, algo que no ocurrió hasta el año pasado con la aceptación de Rusia. Lo han firmado más de 140 países y ratificado 128. Estados Unidos (que aporta la cuarta parte de las emisiones mundiales de CO2), entre otros, sigue al margen.

Exige que los países firmantes reduzcan en conjunto un 5,2% sus emisiones entre 2008 y 2012 en relación a 1990. Pero depende de cada caso. La UE debe reducir un 8%, con las excepciones de Portugal, Grecia, España, Irlanda y Suecia, autorizadas a incrementar sus emisiones por su retraso industria en aquel año. Las naciones en desarrollo, como China, India y Brasil, no están obligadas a recortar sus emisiones al menos en la primera fase.

El acuerdo permite comprar o vender 'derechos de emisión de gases de efecto invernadero'. De esta forma un país como Noruega que emite una cantidad de gases menor al que se le ha consignado, puede vender este "excedente" a otro país que lo supere. La tonelada de CO2 viene a costar entra 5 y 10 euros. Además los países podrán compensar su exceso mediante inversiones en tecnologías limpias en terceros países.

Finalizado el año 2005 se hizo publico el estudio de contaminación internacional, como conclusión se estableció la lista de países más contaminantes, EUA, Australia, China, Corea del Sur, India y Japón. Casualmente ninguno de ellos ha ratificado el Protocolo de Kyoto, a excepción de Japón. Con esos datos, era evidente que habría una nueva cumbre como así fue, Montreal (diciembre 2005) aunque “satisfactoria” no se puede decir que sea totalmente satisfactoria.

La cumbre de Montreal solo demostró un hecho consolidado, la contaminación preocupa pero no lo suficiente por eso se ha creado un pacto, como alternativa a Kyoto, entre los más contaminantes la "Sociedad Asia-Pacífico para el Desarrollo y el Clima". Se ha inaugurado en Sydney para buscar soluciones al cambio climático. Los seis países participantes, los anteriormente mencionados, en la cumbre generan en conjunto el 48% de las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera. Organizaciones como Greenpeace y Amigos de la Tierra han acusado a Australia de utilizar la cumbre para destruir el trabajo del Protocolo de Kyoto y asegurarse su mercado de carbón en Asia

La contaminación es un problema de todos, pero la economía es mucho más importante, y las empresas contaminantes no están dispuestas a perder beneficios. Una vez más la hipocresía humana demuestra su carácter.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como dice Antonio Pita, periodista de la Agencia de Información Solidaria, "La realidad del Protocolo es una paradoja que refleja la hipócrita actitud de muchos Estados ante el mismo: cada vez se encuentra más cerca de su entrada en vigor pero más lejos de su cumplimiento".