Reflexión de lunes

Algunos acontecimientos en nuestras vidas cambian por completo los planes que nos planteamos a largo plazo, pues resulta que un evento ya sea de gran envergadura o bien tan insignificante que casi resulta inapreciable nos deja en una situación de perplejidad que resulta difícil de paliar.

En muchos casos se planteas posibles opciones, hoy salgo o no salgo, voy al cine, me quedo en casa, salgo con los “amigotes” jejeje son pequeñas decisiones que en esencia no modifican nada de tu vida, solo implican algún cambio, pero que en suma solo muestran experiencias en la vida.

No me refiero pues a estas opciones, sino a aquellos acontecimientos que por causa fortuita nos dejan en una marca o estigma según los casos que nunca podremos olvidar, como digo estas pueden ser casi inapreciables pero por el valor que le damos a las cosas resultan impactantes esos sentimientos.

No entrare en los debates morales de considerar a los “seres humanos” personas sin ética o carentes de sentimientos al prójimo, pues nos duele más que nos cobren comisiones o la subida del carburante que ver como viven algunas personas.

Intentaría acabar esta pequeña reflexión con una gran frase positiva que contrarreste, aquella frase de mirar siempre el lado positivo, o no exageres pues hay cosas peores... pero hoy no es el día para aquellas frases insulsas, vacías y sin sentido pues creo que no debo de insultar las inteligencias ajenas, ni las propias con sandeces que no hacen más que consolar las mentes débiles seguidoras de la cienciologia, o de aquellas religiones mayoritarias que consuelan ante las mayores injusticias cometidas por este mundo.