08 abril 2006

Dedicado a los pioneros

Dedicado a los pioneros, así comienza una de las canciones más mítica de las ovas de Macross Plus, obra de Yoko Kanno con los miembros de la Orquesta Filarmónica de Israel y con la preciosa voz de Wakako Kaku. Creo que corría el año 1996 o puede que alguno más cuando me compre este disco de importación en una de las pocas tiendas que existían en aquella época dedicada al Manga y al Anime.

Años de juventud aquellos jejeje el caso es que esta semana recupere este disco y lo reconvertí en mp3 (ehhh que lo tengo original… señores de la SGAE tranquilos que en breve “els tocara el rebre”). En mis viajes matutinos hacia el trabajo, convino la tranquilidad y comodidad del coche, al infierno del metro, donde cada día puede ser una aventura jejeje. Normalmente llego sobre las 7:30 a la estación del metro y cojo el diario gratuito, no porque me guste sino para entretenerme un rato, pero ohhh maldición hace ya unas semanas que solo puede coger el periódico en la otra entrada del metro y claro a esas horas uno esta por coger el metro y no perder el tiempo… el caso es que he perdido la distracción matutina de leer sucesos y noticias adulteradas, al menos en los primeros minutos de mi soñoliento despertar.
Llegados a la andana, enciendo el mp3, vendito mp3, que me permite despertar un poco y desconectar de un vagón lleno de gente que normalmente va mas lento de lo preciso y siempre se para mas de lo necesario.
Pero no solo de un sentido vive el hombre, el oído, reducidas mis posibilidades visuales (al no poder “mirar” el periódico gratuito) sucede que el tacto es algo casi imposible de reducir pues si las sardinas en lata van apretadas el metro en hora punta no será diferente, el gusto también lo desarrollo en el metro pues es el momento en que me como alguna galleta, ensaimada, o lo que haya comprado… pero sin duda el sentido más afectado sea el olfato, pues en esas horas matutinas uno puede experimentar las peores experiencias. Despierto a medias, pues hace poco que he dejado mi cama, con algo en el estomago uno desearía no haber comido nada, porque en un momento tu estomago se estremece pues eres fruto de los más desagradables olores corporales o de las más exageradas cantidades de colonia barata.

Así comienza mi día, y aún así tengo una sonrisa, aun así continuo haciendo 1 hora de camino al trabajo, aún así me gusta Barcelona, pero bendigo al MP3 y cuando lo cojo al periódico gratuito, pues al menos 2 de mis sentidos son engañados y se hace más corto el viaje diario.

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